Hablando de mujeres y traiciones, diría Martin Urieta, nada más parecido con la realidad, que lo que, en México, pasa con 3 gobernadores en el cargo actualmente y un cuarto, que dejo su puesto el año pasado, Rodrigo Medina de la Cruz. El Golden Boy, como le llamaban antes de ser gobernador.
Para Javier Duarte, Roberto Borge y Cesar Duarte, las ventanas y puertas de su partido se cierran a medida que se acerca el día de dejar su cargo, y muy seguramente su paso por los tribunales judiciales será la foto de todos los días.
Pero como decía el Meme Garza, cuando era diputado federal, en esa frase célebre, “aquí todos somos iguales, pero hay unos más iguales que otros”, haciendo alusión a quienes controlaban la cámara de diputados. Nada más lógico que esta reflexión anecdótica, para poner el punto sobre la i, a Rodrigo Medina, ya le consiguieron un amparo para que la justicia no lo moleste. Algo debe de tener de ventaja jugar los fines de semana Golf en Ixtapan de la Sal, con el presidente Peña Nieto, algo debe de tener Rodrigo Medina, que la cúpula del poder de Los Pinos, lo protege a capa y espada. No sabemos qué, pero el regio es visitante distinguido de Los Pinos y su pasado en Nuevo León pareciera que quiere enterrarse en lo corto y oscuro.
Son casi 3 mil millones de pesos que el De la Cruz, aún no sabe decir a donde fueron a parar, si a San Antonio Texas, o algún otro destino de inversión, lo cierto es que este hecho, de amparar a uno y dejar a la deriva a otros, y siendo del mismo partido, deja muy mal parado al nuevo líder del PRI, Enrique Ochoa Reza, que ya se había dado a la tarea de que los gobernadores de Quintana Roo, Chihuahua y Veracruz, dejaran sus cargos y comparecieran ante la justicia.
Pero Ochoa, no contaba con la protección a Rodrigo Medina, donde el racero es diferente, para los amigos de verdad y para los compañeros simples.
Ante la opinión pública, debería de ser parejo, pero también en Los Pinos tiene sus preferidos, y como se ve y se siente, el ex gobernador de Nuevo León, está en ese selecto grupo de amigos del presidente Peña Nieto.
De aquello y lo demás
Lo que pareciera un cambio de forma y de fondo para el priismo tamaulipeco, se ha transformado en una verdadera cerna de hienas hacia el interior de CDE de PRI en Tamaulipas.
La disputa está a la orden del día, desde el diputado federal Alejandro Guevara Cobos, pasando por Efraín de León, actual líder de la CNOP, o el líder del MT, Humberto Valdez Richaud, que han levantado la mano para dirigir al priismo tamaulipeco.
Lo cierto es que el cambio tendrá que ser de fondo, o si no el electorado cobrara facturas en 2018, las definiciones estarán en manos del líder nacional, y serán allá por el mes de noviembre o en enero del siguiente año, porque primero se analizara estado por estado y después se tomaran las decisiones. Aclarando que en los estados de gobierno priista el gobernador en turno lleva mano en la decisión.
