Saborea una sandía

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La sandia es una baya globosa u oblonga de gran tamaño, puede llegar a pesar hasta 10 kg su piel es lisa de color verde o amarillo.

En su interior se encuentra la pulpa con una coloración rojiza, aunque también existen variedades con pulpa de color amarillo e incluso anaranjado. Presenta una textura porosa de sabor generalmente dulce y contiene numerosas semillas negras, marrones o blancas.

Puedes consumirla sola, en trozos, rebanadas, en jugo, como refrigerio para calmarse la sed o como postre después de la comida. Combínala con otros frutos u otros vegetales como primer plato de entrada.

Beneficios de la Sandia

• Hidrata y remineraliza, gracias a su gran contenido en agua, por lo mismo aporta muy pocas kilocalorías

• Cuenta con un amplio poder antioxidante gracias a que cuenta con una sustancia llamada licopeno, que disminuye el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares y niveles de colesterol sanguíneo.

• Contiene grandes dosis de L-citrulina, una sustancia que produce el relajamiento de los vasos capilares. En el organismo, se metaboliza en un aminoácido llamado arginina que tiene efectos beneficiosos para el corazón, el aparato circulatorio, la hipertensión y el sistema inmunitario.

• La L-citrulina, además, ayuda a expulsar el amoníaco del hígado y es un elemento importante en el ciclo de la urea, que se produce en este órgano a partir de la combinación entre amoníaco, dióxido de carbono y ornitina. Una vez acabado el proceso, es expulsada del hígado y se lleva consigo el amoníaco.

• También tiene un papel importante en la fatiga muscular. Cuando practicamos deporte o sentimos estrés físico, en los músculos aumentan el ácido láctico y el amoníaco. Entonces actúa la L-citrulina, que elimina los factores que ocasionan la fatiga muscular y prepara al músculo de nuevo para la producción de energía. Así, tomar este jugo tras una actividad física intensa es una forma rápida y natural de combatir la fatiga muscular.

Consejos y recomendaciones:

Al comprarla, para saber si está madura de unos golpecitos a una sandía: el sonido que oyes debe ser sordo y vacío. Levántala tiene que estar pesada para su tamaño.

Las sandias de mayor peso normalmente serán más dulces.

Evite las sandias muy duras, de color blanco o verde pálido en la parte de abajo, pues ello indica que no están maduras y tendrá un sabor acido. Su superficie no debe presentar quemaduras de sol, áreas sucias, magulladuras u otros defectos. Si se adquiere una sandía en trozos conviene asegurarse de que la carne es firme y jugosa.

Las sandias pueden guardarse enteras, a temperatura ambiente, en un lugar fresco, seco y lejos de la luz solar directa, hasta por dos semanas. Una vez cortada guárdala en recipientes o bolsas de plástico en el refrigerador y consumase antes de dos días.

Sabías que…

Puedes usar el jugo de la sandía como un limpiador facial. Solo vierte el jugo en un algodón, luego en forma circular limpia tu cara. Déjala secar y enjuaga con agua helada. Es ideal para pieles normales y delicadas.

La sandia tiene mucha agua por lo que nos permite saciarnos rápidamente y por ende es un alimento que nos ayuda a quitar la ansiedad al momento de tener un arranque de hambre o antojo. Se puede comer en rebanadas o bien preparar de antemano cuadritos y llevarlos en un contenedor plástico al trabajo o a la escuela.

Una tasa contiene solo 46 calorías, y por lo tanto es una alternativa a un postre, después de la comida, o bien como un snack entre comidas. También puede complementarse en el desayuno. Una rebanada de sandía tiene 86 calorías.

México es el principal exportador a nivel internacional Sonora es el mayor productor y se exporta a Estados Unidos, Canadá y Holanda.

Fuente:
cronica.com.mx

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