El cáncer se origina cuando las células en el cuerpo comienzan a crecer en forma descontrolada. Las células de casi cualquier parte del cuerpo pueden convertirse en cáncer y pueden extenderse a otras áreas del cuerpo.
El cáncer de tiroides se origina en dicha glándula que está localizada debajo del cartílago tiroideo (la manzana de Adán), en la parte delantera del cuello. En la mayoría de las personas no se puede ver o palpar. Esta glándula, en forma de mariposa, tiene dos lóbulos, el lóbulo derecho y el lóbulo izquierdo, que están unidos por un istmo angosto. La palpación del cuello por el médico general debe ser una rutina en toda visita médica.
La glándula tiroidea tiene dos tipos principales de células:
• Las células foliculares usan yodo de la sangre para producir la hormona tiroidea que ayuda a regular el metabolismo de una persona. Demasiada hormona tiroidea (una afección llamada hipertiroidismo) puede causar que una persona tenga palpitaciones aceleradas o irregulares, dificultad para dormir, intranquilidad, hambre, pérdida de peso y una sensación de calor. Por otra parte, muy poca hormona (hipotiroidismo) causa que una persona sea más lenta, se sienta cansada y gane peso. La cantidad de hormona tiroidea segregada por la tiroides es regulada por la glándula pituitaria, en la base del cerebro, que produce una sustancia llamada hormona estimulante de tiroides (TSH, por sus siglas en inglés).
• Las células C (también llamadas células parafoliculares) producen calcitonina, una hormona que ayuda a controlar cómo el cuerpo usa el calcio.
Otras células menos comunes en la glándula tiroidea incluyen las células del sistema inmunitario (linfocitos) y las células de apoyo (estromales).
Cada tipo de célula genera diferentes tipos de cáncer. Las diferencias son importantes porque de ello depende el tratamiento que se necesita.
En la glándula tiroides se pueden originar muchos tipos de crecimientos y tumores. La mayoría de estos son benignos (no cancerosos), pero otros son malignos (cancerosos), es decir, se pueden propagar a los tejidos cercanos y a otras partes del cuerpo.
Los cambios en el tamaño y la forma de la tiroides a menudo se pueden palpar o incluso ver por los pacientes o sus médicos.
El término médico para una glándula tiroides anormalmente agrandada es bocio.
A las masas o protuberancias en la glándula tiroides se les llama nódulos tiroideos. La mayoría de son benignos, pero alrededor de 2 o 3 de 20 son cancerosos.
Las personas pueden presentar nódulos tiroideos a cualquier edad, pero éstos se presentan con más frecuencia en adultos de mayor edad.
Los tipos principales de cáncer de tiroides son: Diferenciados (incluyendo papilar, folicular y célula Hrthle), Medular, Anaplásico (un agresivo tumor indiferenciado)
Menos del 4% de los cánceres en la tiroides son linfomas de tiroides, sarcomas de tiroides u otros tumores poco comunes.
Para el año 2016, los cálculos de la Sociedad Americana Contra El Cáncer para este cáncer en los Estados Unidos son:
• Se diagnosticarán alrededor de 62,450 nuevos casos de cáncer de tiroides (49,350 en mujeres y 19,950 en hombres)
• Alrededor de 1,980 personas morirán a causa de cáncer de tiroides (1,070 mujeres y 910 hombres)
La tasa de mortalidad del cáncer de tiroides ha estado bastante estable por muchos años, y continua muy baja en comparación con la mayoría de los otros cánceres. Las estadísticas sobre las tasas de supervivencia para el cáncer de tiroides se discuten en “Supervivencia del cáncer de tiroides por tipo y etapa”.
Riesgo de cáncer de tiroides en el transcurso de la vida
El cáncer de tiroides se diagnostica comúnmente a una edad más temprana en comparación con la mayoría de los otros cánceres que afectan a los adultos. Casi 3 de cada 4 casos se detectan en mujeres, y alrededor del 2% de los cánceres tiroideos ocurren en niños y adolescentes.
Un factor de riesgo es todo aquello que aumenta las probabilidades que tiene una persona de padecer una enfermedad como el cáncer. Los distintos tipos de cáncer tienen diferentes factores de riesgo. Algunos factores de riesgo, como el fumar, pueden cambiarse. Otros factores, como la edad de una persona o sus antecedentes familiares, no se pueden cambiar.
Sin embargo, los factores de riesgo no lo indican todo. Presentar uno o incluso varios factores de riesgo no significa que dicha persona tendrá la enfermedad. Además, muchas personas que adquieren la enfermedad pueden tener pocos o ninguno de los factores de riesgo conocidos. Aun cuando una persona con cáncer de tiroides tiene un factor de riesgo, a menudo es muy difícil saber cuánto pudo haber contribuido ese factor de riesgo al cáncer.
Algunos científicos han encontrado unos factores de riesgo que pueden hacer que una persona tenga mayores probabilidades de padecer cáncer de tiroides.
Sexo: Por razones que no están claras, los cánceres tiroideos (al igual que casi todas las enfermedades de tiroides) ocurren alrededor de tres veces más en las mujeres que en los hombres.
Edad: El cáncer de tiroides puede ocurrir a cualquier edad. Sin embargo, para las mujeres (quienes con más frecuencia están en las edades de 40 a 59 años al momento del diagnóstico), el riesgo está en su punto más alto a una edad menor que para los hombres (quienes usualmente están en las edades de 60 a 79 años).
Afecciones hereditarias: Varias afecciones hereditarias se han asociado con diferentes tipos de cáncer de tiroides, como antecedente familiar. Aun así, la mayoría de las personas que padece cáncer de tiroides no presenta una afección hereditaria o un antecedente familiar de la enfermedad.
Poliposis adenomatosa familiar (FAP): las personas con este síndrome tienen muchos pólipos en el colon y tienen un riesgo muy alto de padecer cáncer de colon. Además, presentan un riesgo aumentado de algunos otros cánceres, incluyendo cáncer papilar de tiroides.
Enfermedad de Cowden: las personas con este síndrome tienen un riesgo aumentado de problemas con la tiroides y ciertos crecimientos benignos (incluyendo algunos llamados hamartomas).
Complejo de Carney, tipo I: las personas que padecen este síndrome pueden presentar un número de tumores benignos y problemas hormonales. También tienen un riesgo aumentado de padecer cáncer papilar y folicular. Este síndrome es causado por defectos en un gen.
Carcinoma familiar de tiroides no medular: el cáncer de tiroides ocurre con más frecuencia en algunas familias, y a menudo se observa a una edad más temprana. A menudo, el tipo de cáncer papilar de tiroides suele ocurrir entre las personas de una misma familia. Se sospecha que los genes que se encuentran en el cromosoma 19 y en el cromosoma 1 causan estos cánceres familiares.
Si usted sospecha que tiene una afección hereditaria, consulte con su médico, quien puede recomendar asesoría genética si sus antecedentes médicos lo justifican.
Antecedentes familiares
Su riesgo de cáncer de tiroides aumenta si usted tiene un pariente de primer grado (madre, padre, hermana o hija) con cáncer de tiroides, incluso sin que haya un síndrome hereditario conocido en la familia. Las bases genéticas para estos cánceres no están totalmente claras.
Factores de riesgo que se pueden cambiar: Una alimentación baja en yodo exposición a radiación es. Los tratamientos de radiación dirigidos a la cabeza o al cuello durante la infancia constituyen un factor de riesgo del cáncer de tiroides.
Fuente:
cronica.com.mx



