Vida sana para tener riñones sanos

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El Día Mundial del Riñón es una campaña mundial de concientización acerca de la importancia de los riñones. Esta campaña surgió en 2006 como una iniciativa conjunta de la Sociedad Internacional de Nefrología y la Federación Internacional de Fundaciones Renales.

Para concienciar a nivel mundial de la necesidad de cuidar los riñones se conmemora cada segundo jueves de marzo el Día Mundial del Riñón, este año con el lema ‘Vida sana, riñones sanos’, centrado en prevenir la obesidad y la diabetes, principales factores de riesgo de las enfermedades renales.

Los riñones forman parte del aparato urinario que incluye también los uréteres, la vejiga y la uretra. Los riñones son un par de órganos del tamaño del puño de un niño y con forma de frijol y se encuentran en la parte posterior de la cavidad abdominal justo por encima de la cintura.

El riñón derecho se localiza exactamente debajo del hígado y el izquierdo debajo del diafragma y junto al bazo, estando el riñón derecho levemente más abajo que el izquierdo.

Considerados como una compleja maquinaria de purificación, tienen una función tanto de eliminación como de regulación de los líquidos internos. Excretan agua, pero también la conservan; eliminan a través de la orina todos los productos del metabolismo de los alimentos que pueden ser potencialmente dañinos, antes de que alcancen niveles tóxicos y devuelven a la sangre: agua, glucosa (azúcar), sal, potasio y otras muchas sustancias vitales en las cantidades adecuadas para mantener el medio interno estable a pesar de las variaciones de clima, dieta y otros factores externos.

Cuando los riñones se enferman por lo general no ocasionan síntomas, cuando lo hacen el problema está avanzado y por lo general se requiere de diálisis o de un trasplante

Las afecciones que sufre están íntimamente relacionadas con enfermedades como: obesidad, hipertensión y diabetes, así como al consumo exagerado de medicamentos.

La enfermedad renal crónica es la pérdida lenta de la función de los riñones con el tiempo y afecta aproximadamente al 10% de la población mundial, según datos de la Sociedad Española de Nefrología (SEN).

Cuando el problema se agrava y no funcionan correctamente, se pueden acumular desechos peligrosos en el organismo que sin tratamiento adecuado pueden conducir a la muerte por una insuficiencia renal, que entre otros problemas puede ocasionar presión arterial, retención de líquidos y no producir suficientes glóbulos rojos.

Para detectarla y diagnosticarla es necesario hacer un análisis de sangre donde se analice el Índice de Filtrado Glomerular Estimado de la creatinina y entregar una muestra de orina espontánea para su análisis, lo que debe hacerse anualmente en personas con diabetes o hipertensión o cada 3 años en personas mayores de 50 años.

Cuando se confirma en diagnóstico, el médico recomienda cambio en el estilo de vida y ayuda externa para el funcionamiento de los riñones por medio de la hemodiálisis o diálisis peritoneal y en caso necesario se recurre al trasplante de riñón, problema no fácil de resolver por la falta de donadores.

Entre las recomendaciones para prevenir las enfermedades del riñón están:

Realizar al menos media hora de actividad física diaria.
Beber suficiente agua, reducir el consumo de bebidas gaseosas, y omitir las bebidas alcohólicas.
Evitar el consumo de tabaco.
Evitar el consumo excesivo de grasas.
No excederse en el consumo de sal.
Comer verduras y frutas diariamente.
Un consumo ocasional de carnes rojas y procesadas, y preferiblemente acompañadas con ensalada.
Evitar los alimentos ultraprocesados.
No tomar suplementos ni otros medicamentos si no han sido prescritos por un médico.
No abusar de medicamentos sobre todo antiinflamatorios, omeprazol, o laxantes.
Controlar el peso y evitar llegar a obesidad.
Controlar la diabetes y la hipertensión adecuadamente en caso de padecerlas.

Fuente:
cronica.com.mx

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