¿Por qué se debe exfoliar la piel?

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La exfoliación de la piel es una parte muy importante de tu rutina de belleza para eliminar las células muertas e impurezas y así, lucir una piel radiante y bonita.

La exfoliación no es un tratamiento que debas hacerte a diario, ya que si no conseguirás secar y escamar tu piel. Lo recomendable es, que te la hagas tu misma, en la ducha, cada semana o 15 días, aunque también podrás acudir a un centro de belleza especializado. Si eres constante, en pocos días observarás como tu piel cambia, luce espléndida y sin imperfecciones.

A veces, no tenemos tanto tiempo para cuidar nuestro cuerpo, pero la exfoliación es beneficiosa por varios motivos: Limpia, purifica y tonifica tu cuerpo, renueva las células, activa la micro-circulación, combate a la celulitis y la antiestética piel de naranja, evita que el vello se te enquiste, regula la piel grasa, elimina la sequedad en tu piel

En el mercado podemos encontrar todo tipo de exfoliantes según la necesidad de cada piel y que son una excelente opción para limpiar y purificar la piel, eliminando cualquier impureza, hay que elegir aquellos elaborados científicamente y que no causen alergias o daños a la piel y seguir las instrucciones de uso tal y como se recomiendan.

La correcta aplicación del exfoliante se hace con la ayuda de una esponja, aunque también puedes aplicar directamente el producto con tus manos.

Para empezar, aplica una moderada cantidad de producto y suavemente masajea sobre la piel húmeda, ¡no lo hagas con la piel seca! Cuando ya hayas extendido el producto por todo tu cuerpo, incidiendo en las zonas más conflictivas como los codos o las rodillas, enjuaga y seca tu piel cuidadosamente.

Para finalizar con la exfoliación, aplica una crema hidratante o aceite corporal por todo tu cuerpo.

Si también quieres exfoliar tu rostro, debes tener en cuenta que es una piel más delicada y por ello, deberás tener más cuidado y utilizar productos específicos para rostro. Exfoliar el rostro ayuda a limpiarlo a profundidad.

El procedimiento es igual de sencillo. Extiende sobre la palma de tu mano o coloca sobre una “paleta” especial para ello, una pequeña cantidad de producto y coloca el producto en tu frente, mejillas, nariz, y barba. Evita la zona de los ojos y los labios y deja por 10 minutos, después retira la mascarilla con una esponja húmeda o directamente bajo la ducha con abundante agua, seca tu piel y aplica una crema hidratante adecuada y un contorno de ojos especifico. Si tu piel es extremadamente sensible coloca un poco de mascarilla en un solo espacio pequeño de tu rostro y observa el resultado.

Si vas a exfoliar tu rostro, busca productos de calidad. Ahora hay mascarillas que protegen tu piel dependiendo de los componentes que utilizan, hay las llamadas arcillas puras, probadas científicamente y que adicionen a tu rostro algo más que limpieza, también belleza. Algunos de sus componentes son carbón, que limpia a profundidad, eucalipto para pieles grasas y alga roja para atenuar manchas e irregularidades.

Limpia tu piel y aplica una capa de la Mascarilla de tu elección sobre todo el rostro evitando el contorno de ojos y los labios. Espera de 10 a 15 minutos hasta que el producto se seque (éstos son los minutos que le dan sentido al ritual: disfruta de ti misma, planea tus próximas vacaciones en una playa paradisíaca o fantasea sobre los resultados impactantes que verás en seguida). Y, para finalizar, aclara con abundante agua tibia y disfruta de una piel radiante. Después aplica tu crema hidratante habitual.

Fuente:
cronica.com.mx

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