La alimentación es sin duda uno de los principales factores que hay que tomar en cuenta cuando se padece diabetes, sin embargo, tener diabetes no significa que debe sentir que se le restringe o priva de mucho. Le enseñaremos qué puede comer, cuánto puede consumir y con qué frecuencia puede disfrutarlo.
Si se padece diabetes, el cuerpo no puede producir o utilizar la insulina adecuadamente lo que conduce a una elevación del nivel de glucosa (azúcar) en la sangre lo que puede llevar a afectar el funcionamiento de muchos órganos del cuerpo.
Una alimentación sana ayuda a mantener el azúcar de la sangre en un nivel adecuado. Es una parte fundamental del manejo de la diabetes, ya que controlando el azúcar en la sangre (glucemia) se pueden prevenir las complicaciones.
Un nutriciologo puede ayudarlo a diseñar un plan de comidas específico para usted. Este plan debe tener en cuenta su peso, medicinas que esté tomando, estilo de vida y otros problemas de salud que usted pueda tener.
Una alimentación saludable para un diabético incluye:
Limitar alimentos con altos contenidos de azúcar
Comer porciones pequeñas a lo largo del día
Prestar atención a cuándo y cuánta cantidad de carbohidratos consume
Consumir una gran variedad de alimentos integrales, frutas y vegetales
Comer menos grasas
Limitar el consumo del alcohol
Usar menos sal
Una vez que se acostumbre a una alimentación sana, puede relajarse y comer una variedad de deliciosos bocadillos y comidas.
Como con todos los alimentos, debe incorporar los mejores alimentos para la diabetes en su plan individualizado de alimentación, en porciones apropiadas.
Entre estos alimentos están:
Frijoles que tienen un alto contenido de fibra que le brinda aproximadamente 1/3 de su requisito diario en apenas ½ taza, y son buenas fuentes de magnesio y potasio.
Hortalizas de hojas de color verde oscuro como: La espinaca, la col berza o silvestre (collards) y la col rizada (kale) son alimentos fabulosos porque tienen pocas calorías y carbohidratos, que no puede comerlos en exceso.
Cítricos: Toronjas, naranjas, limones y limas, mandarinas, que proporcionan fibra soluble y vitamina C.
Camote: Este vegetal con almidón, contiene vitamina A y fibra.
Bayas: como arándanos o fresas que contienen antioxidantes, vitaminas y fibra.
Tomates: Un vegetal predilecto para muchos. Lo bueno es que no obstante cómo le guste, ya sea licuado, crudo o en una salsa, tiene nutrimentos vitales como vitamina C, hierro y vitamina E.
Pescado: Con un alto contenido de ácidos grasos omega 3. El salmón es uno de los preferidos en esta categoría. Evite los que se preparan apanados o fritos en mucha grasa.
Granos enteros: proporcionan magnesio, cromo, ácidos grasos omega 3 y ácido fólico. La cebada perla y la avena son fuentes de fibra y potasio. Muchos se adquieren a través del consumo de pan o tortillas de maíz o cereales.
Nueces: Contiene grasas saludables y ayudan a controlar el hambre. Otros beneficios son una dosis de magnesio y fibra. Algunas nueces y semillas, como las nueces de nogal y linaza, también contienen ácidos grasos omega 3.
Leche y yogur descremados: Todos los productos lácteos ayudan a tener huesos y dientes fuertes. Además de calcio, muchos productos lácteos fortificados son una buena fuente de vitamina D.
Alimentos ricos en proteína: La carne y sustitutos de carne, como los productos de soya y queso, son excelentes fuentes de proteína.
Fruta: Todas las frutas contienen vitaminas y minerales. La mayoría tiene un bajo índice glucémico debido al contenido de fructosa y fibra.
Granos y vegetales con almidón: Si va a comer granos, seleccione los que son más nutritivos. Escoja los granos integrales, pues tienen muchas vitaminas, minerales, fitoquímicos y fibra.
Grasas: La cantidad de grasa que consume depende de muchos factores. Hay “grasas saludables” y “grasas poco saludables”.
No se debe olvidar que para el control adecuado de la diabetes se requiere: monitoreo constante de los niveles de azúcar en sangre, seguir el tratamiento al pie de la letra, hacer ejercicio diariamente, controlar el peso, descansar adecuadamente, controlar el estrés, evitar el consumo de alimentos refinados y hacer una vida normal, pero considerando cuidados especiales.
Fuente:
cronica.com.mx
