El gluten no tiene la culpa

0

¿Qué es la celiaquí­a?

La enfermedad celí­aca se consideró en un principio como una condición que afectaba mayoritariamente a las personas de origen europeo; sin embargo, la incidencia de casos reportados en los íºltimos años en el Medio Oriente, India, ífrica del Norte, Norteamérica y Suramérica demuestra que la enfermedad afecta igualmente a la población internacional y la coloca como uno de los desórdenes genéticos más comunes en el mundo, afligiendo al 1% de la población mundial total.

Contrario a la creencia comíºn, la celiaquí­a no es una intolerancia alimentaria al gluten, la proteí­na presente en cereales tales como el trigo y sus productos derivados como el pan. La celiaquí­a está catalogada como una enfermedad sistémica autoinmune que se manifiesta de distintas formas en varios órganos pero ataca primariamente al aparato digestivo en personas que están genéticamente predispuestas.

Al ingerir gluten, el sistema inmunológico de la persona celí­aca inicia un fuerte ataque a las vellosidades del intestino delgado, haciéndolo más vulnerable a infecciones, el desarrollo de alergias alimentarias y el comienzo de otras condiciones autoinmunes tales como diabetes mellitus tipo 1, lupus, Hashimoto (tiroides), vití­ligo y artritis reumatoide. Esto quiere decir que es frecuente que un celí­aco padezca otras enfermedades autoinmunes.

La caracterí­stica principal de la celiaquí­a es que el consumo del gluten provoca un daño a las mucosas del intestino delgado y disminuye notablemente su capacidad de absorber los nutrientes esenciales; por lo que la deficiencia de varias vitaminas y minerales es una situación comíºn entre los celí­acos y una posible causa raí­z de otra serie de padecimientos.

De acuerdo con en el Centro de Enfermedad Celí­aca de la Universidad de Chicago, si la celiaquí­a no se trata a tiempo ésta puede ocasionar anemia, osteoporosis, infertilidad, condiciones neurológicas y en raras ocasiones hasta cáncer.

¿Cómo saber si eres parte del 1% de la población?

Los sí­ntomas varí­an desde diarreas continuas y dolor abdominal constante hasta dolor de articulaciones, caí­da del cabello y depresión. Como existe un factor genético se recomienda realizar una biopsia intestinal cuando ya hay un familiar diagnosticado con celiaquí­a o cuando la persona padece cualquier otra condición autoinmune.

De cualquier modo, es importante consultar a un médico y no retirar el pan o grupos completos de alimentos como los cereales de la dieta diaria puesto que esto puede enmascarar los sí­ntomas y alterar el diagnóstico.

Razones por las que no debes dejar el gluten si no eres celí­aco:

De acuerdo con un artí­culo publicado en la revista Journal of Pediatrics, existen algunas cosas que debes considerar antes de unirte a la moda gluten-free:

Una dieta sin gluten es más cara por lo que puede afectar el presupuesto para las compras.
Los alimentos procesados sin gluten frecuentemente contienen más azíºcar y grasa que los productos regulares. Lo cual se puede traducir en alimentos con más calorí­as y menos nutrientes.
Una estricta dieta gluten-free incrementa la exposición de la persona a ciertas toxinas y disminuye su ingesta de hierro y vitaminas del complejo B.
Al eliminar el gluten de la dieta se corre el riesgo de ocasionar deficiencias nutricionales. Los nutrientes claves que aportan los cereales de grano entero tales como el trigo, el centeno y el maí­z son hierro, calcio, fibra, tiamina, riboflavina, niacina y folato (ácido fólico).

Finalmente, eliminar el pan, pasta y otros alimentos que contiene gluten de la dieta no garantiza que se baje de peso, segíºn lo señala un estudio publicado en la revista New England Journal of Medicine. Para alcanzar el peso ideal es importante consumir abundantes verduras, frutas y granos enteros, así­ como proteí­nas de buena calidad y grasas saludables en cantidades apropiadas de acuerdo a la edad y mantener un estilo de vida activo.

Fuente:
cronica.com.mx

(Visited 1 times, 1 visits today)