La demencia se previene desde jóven

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Muchas personas usan rompecabezas y otras actividades para reducir el riesgo de desarrollar demencia. Pero ¿es esto suficiente? El Dr. David Knopman, experto en Neurologí­a de Mayo Clinic ofrece recomendaciones sobre qué más se puede hacer para disminuir el riesgo.

Segíºn Mayo Clinic, la demencia no constituye una enfermedad en particular, sino que describe aquellos sí­ntomas que afectan la memoria, el pensamiento y las capacidades sociales de una persona hasta el punto que le dificultan realizar sus actividades cotidianas. La demencia es producto de una enfermedad del cerebro y entre ellas, la más comíºn y conocida es la enfermedad de Alzheimer. La segunda causa más comíºn para la demencia son las enfermedades que afectan a los vasos sanguí­neos, o sea las mismas que ocasionan los ataques cardí­acos y los accidentes cerebrovasculares.

Hacer actividades que estimulan al cerebro puede reducir el riesgo de desarrollar demencia, pero segíºn el Dr. Knopman œel asunto es más complejo que empezar con rompecabezas o juegos de computación a los 65 años. Los estudios plantean que el valor de las actividades cognitivamente estimulantes va acumulándose durante toda la vida. œEso significa que adquirir una buena educación, trabajar en empleos estimulantes para la mente, tener pasatiempos o algíºn hobby y participar en actividades sociales mentalmente atrayentes sirven para reducir el riesgo de desarrollar demencia, explicó.

Por ejemplo, los estudios revelan que mientras más años de educación tiene una persona, menor es su riesgo de demencia. Parece que eso se debe a que quienes durante su vida invierten tiempo en aprender tienden a desarrollar redes neuronales y conexiones más fuertes entre las células nerviosas del cerebro. Esas redes están mejor equipadas para afrontar el daño celular que puede ocurrir a consecuencia de trastornos cerebrales capaces de derivar en demencia.

Por lo tanto, además de participar en actividades mentalmente atrayentes, se deben evitar las afecciones que aumentan los ataques cardí­acos y los accidentes cerebrovasculares también disminuye el riesgo de demencia. œSe ha demostrado que mantener el colesterol y la presión arterial en niveles sanos, evitar la diabetes, no fumar, mantener un peso sano y hacer ejercicio regularmente mejoran la salud cognitiva más adelante en la vida, afirmó el experto. Además insistió en que lo mejor es incorporar todo esto como parte de un estilo de vida sano durante la juventud y mantenerlo así­ a medida que se envejece, puesto que cada uno de ellos repercute sobre la salud de los vasos sanguí­neos del cerebro.

Cuando los vasos sanguí­neos cerebrales permanecen en buena condición durante las primeras décadas de la adultez y en la mediana edad, es más probable que puedan mantenerse sanos a medida que se avanza en edad. En cambio, cuando la salud de esos vasos sanguí­neos se deteriora a una edad menor, es difí­cil reparar el daño más adelante, y los daños de los vasos sanguí­neos cerebrales pueden ser un factor para la demencia.

œEso no significa que no valga la pena incorporar cambios sanos en el estilo de vida cuando uno es mayor, pues dichos cambios afectan positivamente sobre la salud cognitiva y fí­sica. No obstante, para obtener el máximo beneficio para el cerebro, lo mejor es implementarlos lo antes posible.

La interacción social es un área en la que cualquiera puede hacer cambios, los cuales probablemente conllevan ventajas cognitivas. La interacción regular con otros, sean familiares, amigos, vecinos, compañeros de trabajo o miembros de la comunidad, pueden levantar el ánimo, mejorar la apariencia y atraer al cerebro. Todo eso repercute positivamente sobre las capacidades cognitivas, y se ha demostrado que la interación social alivia los sí­ntomas de la demencia.

Fuente:
cronica.com.mx

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