Aunque se trata de una mala hierba que la relacionamos con fuertes picores cuando la rozamos, la ortiga es una planta que se ha consumido desde tiempos antiguos debido a sus numerosos beneficios. Más allá del ácido que se encuentra en sus hojas y que genera un escozor que incluso puede provocar ronchas y otras reacciones, se pueden elaborar multitud de platos que permiten su aprovechamiento.
El momento óptimo para recolectar la ortiga es a partir del verano, cuando la planta presenta flores amarillas. A la hora de cocinarla, se puede usar como otras plantas similares, como las espinacas. Así, es posible preparar revueltos y tortillas, aunque también sirve para elaborar infusiones.
Valor nutricional (por cada 100 gramos):
Calorías: 309 kcal
Grasas: 3,9 g
Hidratos de carbono: 25,6 g
Proteínas: 30,9 g
Fibra: 23 g
La ortiga es un alimento altamente nutritivo y una buena fuente de energía. Además, contiene abundante fibra que ayuda a combatir el estreñimiento y alivia el tránsito intestinal.
Por otro lado, tiene propiedades diuréticas que permiten eliminar toxinas. También ayuda a proteger el estómago, la producción de bilis y favorece la digestión.
Asimismo, contiene hierro, que ayuda a combatir la anemia y favorece la producción de glóbulos rojos. También cuenta con ácido fólico, indispensable entre mujeres embarazadas y niños en edad de desarrollo.
FUENTE
https://www.lavanguardia.com
