Carne blanca es igual de dañina que la roja en cuestión de colesterol

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La creencia de que la carne blanca no aumenta el colesterol como lo hace la carne roja, es falsa.

Una nueva investigación publicada en la American Journal of Clinical Nutrition reveló que ambos tipos de carnes tienen los mismos efectos cuando los niveles de grasas saturadas son tan equivalentes.

Los cientí­ficos del Instituto de Investigación del Hospital Infantil de Oakland (CHORI), señalaron que el incremento de colesterol en ambos tipos de carne se observó sin importar si la dieta contení­a altos niveles de grasas saturadas, que aumentaron el nivel de colesterol en la sangre en la misma medida con cada una de las tres fuentes de proteí­nas.

En cambio, los expertos enfatizaron que, las proteí­nas que no provienen de la carne como son los vegetales, los lácteos y las legumbres, son el mejor beneficio para la salud en relación con el colesterol.

¿Por qué es dañino el colesterol malo o LDL?

Las grasas saturadas aumentan la concentración de colesterol LDL o œmalo en el torrente sanguí­neo y si esta sustancia se acumula en las arterias, podrí­a provocar un ataque al corazón o un derrame cerebral.

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Los expertos de nutrición aseguran que, el alto contenido de grasa saturada de la carne roja generalmente contribuye al riesgo de enfermedad cardiovascular, pero ahora la carne blanca viene a empatar esta teorí­a.

Para el estudio se reunió a más de 100 hombres y mujeres sanos entre las edades de 21 y 65 años quienes consumieron grasas saturadas.

Todos los participantes realizaron un ciclo de tres dietas de prueba: dieta de carne roja, dieta de carne blanca y luego una dieta sin carne.

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Cada dieta duró tuvo una duración de cuatro semanas y estuvo marcada por un œperí­odo de lavado, cuando los participantes comieron sus alimentos habituales.

Las muestras de sangre se obtuvieron de todos los participantes al comienzo y al final de cada dieta de prueba.

Las proteí­nas de vegetales tuvieron el impacto más saludable en el colesterol en la sangre, segíºn los resultados del estudio. Mientras tanto, los efectos de las carnes blancas y rojas en los niveles de colesterol de los participantes fueron idénticos.

Se encontró que los participantes que consumí­an una dieta rica en grasas saturadas tení­an niveles más altos de colesterol total y LDL que aquellos asignados a una dieta baja en grasas saturadas.

Si comprendemos la diferencia entre las grasas buenas y las malas, podremos saber si el contenido de cada una de éstas en los alimentos será benéfico o perjudicial para nuestro organismo.

Las grasas poliinsaturadas

Las grasas poliinsaturadas son rica fuente de vitamina E; ayuda a bajar los niveles de colesterol malo, aliviar los sí­ntomas del sí­ndrome premenstrual y ayuda en la coordinación motora. Las grasas poliinsaturadas se encuentran en el aceite de girasol, aceite de cártamo, semillas de calabaza, almendras, anacardos y semillas de sésamo.

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Las grasas monoinsaturadas

Al igual que las grasas poliinsaturadas, se piensa que las monoinsaturadas también ayudan en la reducción de los niveles del colesterol malo. Además, una dieta rica en grasas monoinsaturadas ha sido asociada con un menor riesgo de cáncer y mayor longevidad. Algunos alimentos que son ricos en grasas monoinsaturados son: aceite de oliva, aceite de Angola, aceite de sésamo, aguacates, nueces de macadamia y carne magra.

Las grasas saturadas

Una dieta alta en grasas saturadas se han demostrado que puede aumentar los niveles del colesterol malo y aumentar el riesgo de enfermedades del corazón, el cáncer y la obesidad. Estas grasas se encuentran en grandes cantidades en alimentos como: queso, manteca, dulces, chocolates, tartas, pasteles, galletas y carne.

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Grasas Trans

Son tan malo como las grasas saturadas para nuestra salud, o incluso peor. Las grasas trans no son más que grasas saturadas modificadas quí­micamente en el proceso de fabricación de alimentos. Y no sólo aumentan los niveles del colesterol malo en la cuerpo, sino también reducir los niveles de colesterol bueno también.

También hay un ví­nculo entre las grasas trans y las diversas formas de cáncer y enfermedades del corazón. A veces aparece en la etiquetas de los alimentos, sin embargo es en su mayorí­a se encuentran en la margarina, las galletas, pasteles, budines, comidas fritas, barras de chocolate y en muchas comidas rápidas.

Conociendo las diferencias y los tipos de grasas en la sangre es más fácil cuidar tu salud. ¡No te vayas con la finta!
FUENTE
https://www.salud180.com/

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