Mitos y temores alejan a pacientes de la revisión prostática

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“El crecimiento prostático benigno -puntualizó-, es cuando la próstata comienza a aumentar su tamaño, aunque se trata de un asunto natural y benigno, que nunca se va a convertir en cáncer de próstata, es natural que comience a registrarse en todos los hombres a partir de los 40 años, aunque comienza de manera prácticamente imperceptible”

Si usted es hombre de 50 años o mayor, pero además presenta obesidad o sobrepeso, hay una revisión médica prioritaria que no debe dejar para después, se trata de un examen alrededor del cual hay muchos mitos y muchos temores, pero que en realidad dura menos de un minuto y esta exploración le puede evitar muchas molestias y aislamiento social, entre más tiempo deje pasar, hablamos de la revisión de su próstata.

En entrevista con Crónica, la doctora Norma López-Turrent, gerente médico de urología y alta especialidad en GSK México, explica que, a partir de los 40 años de edad, la próstata paulatinamente comienza a registrar un crecimiento a normal, pero constante, aspecto en el cual, comorbilidades mencionadas detonan esta situación que va obstruyendo la salida de la orina de la vejiga.

En el marco del Día de la Salud Prostática -que se conmemora este 15 de septiembre-, la especialista señaló que por lo regular es el día en el cual se tiende a hacer concientización entre los hombres a que cuiden su salud, empero enfatizó, no es necesario que se esperen a este día en específico, ya que el IMSS, ISSSTE así como la Secretaría de Salud tienen programas permanentes para sus derechohabientes y población abierta, para que acudan a hacerse el antígeno prostático específico.

“El crecimiento prostático benigno -puntualizó-, es cuando la próstata comienza a aumentar su tamaño, aunque se trata de un asunto natural y benigno, que nunca se va a convertir en cáncer de próstata, es natural que comience a registrarse en todos los hombres a partir de los 40 años, aunque comienza de manera prácticamente imperceptible”, dijo.

Se ha encontrado que el crecimiento próstata benigno, ocasiona que se comience a registrar un incremento en su tamaño de 1.6 por ciento al año a partir de la cuarta década de la vida, pero al ubicarse debajo de la vejiga y la uretra que es el conducto por donde sale la orina no es muy notorio, sino hasta que la próstata comienza a comprimir la uretra y esto es lo que ocasiona que aparezcan los síntomas, que es cuando el hombre se da cuenta que algo no va bien, porque va disminuyendo el calibre del chorro de orina, o incluso llega a manchar sus pantalones con pequeñas gotitas “y tiene que hacer esfuerzo para orinar en ocasiones él se da cuenta al ir al baño, porque antes el chorro llegaba más hacia adelante y con el tiempo, cada vez va llegando más cerca hacia él y eso es porque ha disminuido el calibre del chorro”.

Conforme pasa el tiempo, el hombre puede sentir que no vacía bien la vejiga, lo cual puede provoca infecciones recurrentes en vías urinaria, debido a que se queda la orina acumulada en la vejiga y no puede fluir, ante la obstrucción de la próstata “y esto se convierte en un caldo de cultivo para que haya infecciones recurrentes en el tracto urinario inferior, que en ocasiones,  incluso pueden presentar sangrado en la orina”.

La doctora López-Turrent, refirió que lo más frecuente es que el hombre comience a hacer cambios adaptativos a su vida, deja de salir a reuniones, sobre todo cuando sabe que no tendrá cerca un baño, y eso los va aislando además del impacto en la calidad de vida de estos individuos, “hay estudios que demuestran que el hombre puede demorar entre 3 y 5 años para acudir a consulta con un médico por estos síntomas, debido a que cambiaron su ritmo de vida, hasta que los síntomas son muy molestos y terminan por ir al médico mucho tiempo después de que todo comenzó”.

Este crecimiento anormal de la próstata se debe a que la hormona de la testosterona comienza a convertirse en otro hormona que se llama dihidrotestosterona (THT), y a partir de los 40 años comienza a incrementarse dicha conversión y esta hormona va a ir estimulando a que la próstata crezca y al hacerlo, reiteró, vaya obstruyendo la uretra.

El tamaño normal de la próstata es de 20 gramos, pero hay pacientes que llegan a consulta con una próstata de 80 a 100 gramos, sin embargo, es importante mencionar que una próstata de 20 a 30 gramos, ya se considera que es un crecimiento benigno.

Precisó que hay factores importantes que pueden estimular este crecimiento como el síndrome metabólico qué en México tiene una alta prevalencia porque está asociada al sobrepeso y obesidad y se ha encontrado que los pacientes con síndrome metabólico tienden a tener un deterioro de los síntomas más rápidos y un crecimiento prostático más rápido.

Recordó que el hombre mexicano no tiene una cultura de la prevención como ocurre con las mujeres, lo que permite en muchos de los casos detectar en etapas tempranas cáncer de mama o cérvico uterino, pero ellos, no acostumbra a hacerse chequeos médicos ni acudir cuando se hacen campañas de salud.

Resaltó que esta condición se puede corregir con tratamiento e incluso con intervención quirúrgica, y mencionó que en el país no se tienen datos duros de a cuántas personas pudiera estar afectando esta condición, la cual en Estados Unidos se ha convertido en la cuarta causa más diagnosticada en los hombres de 50 años o más, después de enfermedades cardiovasculares hipertensión y diabetes “y estas tres están muy relacionadas con el síndrome metabólico así como el crecimiento prostático benigno”.

Refirió que en México, con base en datos del conteo de población de 2015 se estimó que había aproximadamente 10.5 millones de hombres de 50 años o mayores “y si tomamos en cuenta que somos una población que estamos envejeciendo, una revisión oportuna se hace necesaria, tomando en cuenta que la esperanza de vida también ha aumentado, entonces que mejor, que llevar una calidad de vida en las mejores condiciones posibles”.

Una de las consecuencias de no atenderse a tiempo, es que uno de los músculos al estarse como “exprimiendo” tiene que hacer fuerza ante una próstata crecida y cuando se contractura y hay una fuerza se va hipertrofiando como cualquier músculo y hace que con el tiempo existan muchos problemas vesicales y aunque una posibilidad es la intervención quirúrgica, “la mayoría de las veces la vejiga ya no se puede rehabilitar, porque por el daño que se provocó, puede haber cálculos o unas fibras de colágeno dentro de la vejiga y estás pueden hacer que la vejiga no se distienda bien y no se comprima bien y el paciente sólo tiene una capacidad de retención urinaria muy pequeña, por estas mismas fibras que no permiten que la vejiga se extienda como normalmente lo hacía”.

Sin duda alguna, insistió, lo mejor es que los hombres en esta edad acudan al médico a hacerse chequeos y sean completamente honestos con sus médicos, porque hay veces que el paciente no le refiere nada al médico aunque ya esté en tratamiento por ejemplo, por control de hipertensión o glicemia, y a veces tampoco el médico no pregunta.

Fuente: cronica.com.mx

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