Neuroingenieros lograron activar y desactivar neuronas y circuitos neuronales de la mosca de la fruta (Drosophila melanogaster) de forma remota y no invasiva y, por subsegundos, controlaron su vuelo.
La nueva tecnología utiliza la magnetogenética, nanopartículas, electroimanes y es 50 veces más rápida, de hecho, se acerca a la velocidad natural del cerebro.
El avance se publicó en la revista Nature Materials y su objetivo, a mediano plazo, es lograr –con métodos no invasivos– estimular el tejido ocular profundo de personas ciegas para que puedan restaurar su visión. Te contamos.

A las moscas se les inyectaron nanopartículas de hierro que convirtieron las señales magnéticas en calor, activando las neuronas. (Foto: Getty Images)
Tecnología remota y mínimamente invasiva
La investigación interdisciplinaria reúne a especialistas en ingeniería genética, nanotecnología e ingeniería eléctrica. Todos juntos reunieron las piezas para hacer funcionar la idea.
Con el uso de la magnetogenética, es decir, el control magnético de la actividad celular, investigadores de la Rice University, Duke University, Brown University y el Baylor College of Medicine utilizaron señales magnéticas para activar neuronas específicas que controlan el cuerpo de la mosca de la fruta, de forma remota y no invasiva.
Primero, lograron expresar un canal iónico especial, sensible al calor, en las neuronas de las moscas para que extendieran parcialmente sus alas.
Segundo, les inyectaron nanopartículas magnéticas que podrían calentarse en un campo magnético aplicado.
Tercero, colocaron a los modelos a deambular en un recinto controlado con un electroimán, cuando cambiaron el campo del imán de una manera específica, se calentaron las nanopartículas y se activaron las neuronas.
Todo quedó grabado y al analizar los videos con experimentos se observó que las moscas con las modificaciones genéticas extendieron las alas —en un movimiento similar al de apareamiento— cuando se modificó el campo magnético.
Un progreso relevante vino del autor principal, Charles Sebesta, quien tuvo la idea de usar un nuevo canal de iones que fuera sensible a la tasa de cambio de temperatura.
Esta nueva tecnología activa los circuitos neuronales unas 50 veces más rápido que la tecnología previa.
Fuente: tecreview.tec.mx