Científicos espaciales de todo el mundo se están asociando para desarrollar pequeños satélites con el fin de estudiar las grandes amenazas potenciales para el planeta, desde el cambio climático hasta la radiación cósmica, según reportó el SCMP.
Más de una docena de países, entre ellos Brasil, China, Estados Unidos y Rusia, ayudarán a construir redes de satélites para recoger y compartir datos desde diferentes órbitas. El proyecto está organizado por el Comité de Investigaciones Espaciales (COSPAR) de París, una organización creada en 1958 y abierta a todos los países. Según el sitio web del grupo de trabajo, también podrían contribuir Reino Unido, Egipto, República Checa, Corea del Sur, España, Israel, Finlandia e India.
“Me entusiasma el hecho de que no solo podamos hacer ciencia básica, sino también abordar cuestiones que tienen consecuencias reales para los seres humanos. Este doble uso de la investigación básica y la investigación aplicada es el núcleo de las constelaciones [de satélites]”, dijo Daniel Baker, investigador de la Universidad de Colorado en Boulder (EE.UU.) y director del proyecto.
Se espera que algunos de los satélites entren en órbita en 2025. Estos se agruparán en constelaciones para ofrecer a los científicos una visión más amplia al combinar los datos de muchas naves espaciales a la vez. Cada satélite pesará unos pocos kilogramos y llevará dos o tres instrumentos a bordo. Tendrán un diseño sencillo para garantizar que sean fáciles de construir y utilizar para procesar los datos, indicó Baker.
De igual forma, se espera que los pequeños satélites no solo transformen la forma de realizar la ciencia espacial en las principales potencias espaciales, sino que también puedan ampliar la capacidad de actores emergentes en áreas como América del Sur y África. “COSPAR proporciona una plataforma neutral para que los países trabajen juntos en situaciones geopolíticas difíciles”, dijo Wu Ji, un científico espacial chino de alto nivel que realiza parte del proyecto.
Wu explicó que se enviarán una docena o más de pequeños satélites a una órbita muy elíptica para medir las partículas y los campos magnéticos, y estudiar cómo varían con el espacio y el tiempo. Asimismo, una segunda constelación se centrará en la atmósfera media, utilizando pequeños satélites en una órbita terrestre baja para detectar cómo cambian en tiempo real los elementos del sistema atmosférico global, como el ozono. Una tercera red se ocupará de la ionosfera, una capa de la alta atmósfera que puede verse directamente afectada por potentes estallidos de energía del sol.
Fuente: actualidad.rt.com