El filme “Terminator 2”, de 1991 protagonizada por Arnold Schwarzenegger, Linda Hamilton, y Edward Furlong, le mostró a mundo un villano muy particular, un androide mejorado capaz de derretirse y deformarse a voluntad, e incluso cambiar de apariencia.

Pues 32 años después la realidad ha superado la ficción, luego de que un equipo de ingenieros chinos y estadounidenses de la Universidad Carnegie Mellon logró crear un pequeño robot, fabricado de un material que le permite licuarse y volver a su forma original con ayuda de la fuerza de imanes.

El humanoide, está hecho de galio, un material que se derrite a 29,8 grados centígrados, al que le agregaron micropartículas magnéticas de neodimio-hierro-boro.

Este robot de inmediato nos recordó a aquel androide que peleaba contra Schwarzenegger, pues al igual que en el filme dirigido por James Cameron, este pequeño robot logró escapar de unos barrotes y volver a recomponerse.

Este robot humanoide es realmente muy pequeño, del tamaño de un muñeco de Lego, sin embrago, es capaz de conducir electricidad, saltar agujeros, trepar muros o partirse por la mitad y volver a unirse, con la ayuda de un campo magnético.

Además, debido a su diminuta forma, puede usarse como “tornillo” mecánico para ensamblar piezas en espacios de difícil acceso en incluso suministrar medicamentos a través del tracto digestivo, operar con precisión y hasta erradicar tumores ¡impresionante.

De acuerdo con los especialistas este es el comienzo de una nueva tecnología, pues aún hacen falta “muchos más estudios para profundizar en cómo podría usarse realmente para administrar fármacos o extraer objetos extraños”.

Fuente: excelsior.com.mx

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