En julio del año pasado, el YouTuber Leandro Batista, de 36 años, se embarcó en un viaje que, según él, confirmaría una creencia que promovía diligentemente en su canal y redes sociales, aunque estuviera contradiciendo el consenso científico: el terraplanismo.
Pero regresó de este viaje convencido de todo lo contrario y con el nuevo desafío de persuadir a sus seguidores de lo mismo.
Todo empezó cuando Leandro le pidió ayuda a sus seguidores en redes sociales para costear el viaje y se dirigió rumbo a Noruega en una autoproclamada misión de explorar el mundo “basado en un modelo de Tierra plana”.
No creía en investigaciones, fotografías o videos de que el planeta era más bien redondo y quería recopilar sus propias pruebas para demostrar lo contrario.
En Noruega, el YouTuber siguió un fenómeno conocido como Sol de Medianoche (más información adelante).
Pensó que este sería el comienzo de una fase decisiva en su campaña a favor de la Tierra plana, pero terminó siendo el fin de esa creencia para él.
Meses después de regresar, Leandro decidió que ya no podía continuar inmerso en esta teoría de la conspiración, luego de que en el viaje confirmara lo que los científicos venían diciendo desde hacía siglos.
“A finales de diciembre grabé un video en el canal y dije: muchachos, ‘no hay manera de que la Tierra sea plana'”, cuenta Batista a BBC News Brasil, durante una entrevista en el Museo Catavento, en São Paulo, que alberga una exposición permanente sobre el origen del Universo.
Leandro afirma que ahora está del lado de la gran mayoría de personas que reconocen que el planeta es redondo.
También dice que se ha convertido en una voz contra el terraplanismo, un movimiento pequeño pero ruidoso que, aunque en un principio pareciera inofensivo, puede tener fuertes efectos negativos según señalan algunos expertos.
En su nuevo rol, el YouTuber dice que tiene un desafío: intentar compensar en su canal, de 140 mil suscriptores, toda la difusión que hizo de una teoría sin ningún sustento científico.
“Durante estos seis años produje aproximadamente 3.000 videos defendiendo la teoría de la Tierra plana”, dice Leandro.
“Ahora quiero producir 3.000 para refutar punto por punto todo lo que dije antes y mostrar a la gente por qué la Tierra no es plana”.
Dudando de la ciencia
Fue a principios de 2016 que el movimiento “terraplanista” (aquellos que piensan que la Tierra es plana) surgió en la vida de Leandro.
“Estaba fuera del trabajo y me encontré con un video sobre la teoría de la Tierra plana. Era tan extraño que me atrapó”, dice.
“Decía que el gobierno miente, que la NASA miente y que vivimos en una Tierra plana. Y yo quería saber más”.
Él, que estudió hasta la secundaria e incluso cursó luego un semestre de Química, comenzó a investigar en Internet y vio contenidos que circulaban desde hacía décadas en grupos negacionistas, aquellos que se niegan a creer en información científicamente comprobada.
En el caso de la Tierra plana, este negacionismo se basa en desafiar el consenso científico sobre la forma redonda del planeta.
“La primera organización dedicada a promover esta idea nació en 1884 en Inglaterra, el mismo país donde, en 1956, se creó la Flat Earth Society”, explica el investigador Carlos Orsi, fundador del Instituto Questão de Ciência (IQC) .
La sociedad existió hasta 2001, pero desapareció por falta de interés de los miembros, dice Orsi.
Reapareció años después y, desde entonces, ha crecido “gracias a Internet, principalmente a YouTube y a las redes sociales”, afirma el investigador.
“En 2010, el movimiento empezó a llamar la atención de la prensa y, hacia 2016, ya había celebridades haciendo declaraciones en defensa de la Tierra Plana”, añade.
Los riesgos
Esta creencia en el “terraplanismo” también conlleva riesgos. Esto se debe a que se basa en la idea de que existe una conspiración de autoridades, académicos y otras personas de la sociedad para mentirle al público, presentando lo que sería una supuesta “versión” de los hechos.
Esto puede hacer que los partidarios de la idea de la Tierra plana -u otras teorías similares- siempre duden o refuten lo que dicen los científicos y los gobiernos sobre un tema determinado.
Y puede fomentar actitudes antidemocráticas, como negar el resultado de una elección, o que amenacen la salud pública, como negar la existencia de una epidemia o rechazar la vacunación.
“Hay investigaciones que muestran que la adhesión a una teoría de la conspiración hace que una persona sea más vulnerable a adoptar otras”, dice Orsi.
“Aunque la creencia en una Tierra plana es en sí bastante inofensiva, abre el camino a otras conspiraciones con consecuencias más graves: por ejemplo, si los científicos mienten sobre la forma de la Tierra, quizás también mientan sobre las vacunas. “
Leandro reconoce que sus videos a favor de esta idea pueden haber hecho dudar a mucha gente de la ciencia en general.
“Nunca dudé de toda la ciencia, sólo de esta cuestión sobre la forma de la Tierra. Pero creo que tuve alguna influencia, sí (para llevar a la gente a negar la ciencia en otros temas)”, dice.
Pese a ello, asegura no arrepentirse de haber defendido la teoría de la conspiración.
“De hecho, creía que la Tierra podía ser plana. Dudaba de la ciencia, pero luego pude demostrarme a mí mismo que era cierto”.
Una voz influyente
Leandro comenzó a publicar videos en su canal “Inteligência Natural”, en YouTube, aproximadamente un año después de comenzar a seguir contenidos sobre esa teoría.
En su canal defendió ferozmente que la Tierra era plana. El YouTuber criticó a agencias espaciales como la NASA e incluso a expertos que hablaban de la forma esférica de la Tierra.
Negó registros oficiales y también fenómenos naturales que contradecían claramente sus ideas.
Su canal ganó protagonismo en el mundo “terraplanista”, se convirtió en una voz relevante en este movimiento y consiguió decenas de miles de seguidores a lo largo de los años.
Si bien negaba la forma real de la Tierra, decidió estudiar más sobre los fenómenos para rechazarlos.
Entre los fenómenos, uno le llamó la atención: el Sol de Medianoche.
“Es imposible sostener la idea de una Tierra plana si existe un fenómeno como el Sol de Medianoche”, afirma el YouTuber.
Para comprender este fenómeno, primero hay que entender que el eje de rotación de la Tierra está inclinado 23,5 grados en relación con el eje de rotación del Sol.
Esto significa que, en determinados periodos del movimiento de traslación de la Tierra, el Sol permanece sobre el horizonte las 24 horas del día, es decir, no cae durante la noche.
A lo largo de un año, esto ocurre en dos regiones opuestas del planeta: el Círculo Polar Norte y el Círculo Polar Sur.
Entre octubre y marzo este fenómeno ocurre en la región sur, donde se ubica la Antártida.
Con el paso de los meses, el Sol cambia de posición hasta que, entre abril y septiembre, el fenómeno migra al Círculo Polar Norte, que comprende partes de Estados Unidos, Canadá, Rusia, Noruega, Suecia y Finlandia.
En consecuencia, cuando una región tiene luz solar las 24 horas del día, el lado opuesto no ve luz natural.
Este fenómeno no puede existir en la Tierra plana, dice Leandro, porque el mapa de la Tierra plana indica que hay un solo polo, el norte, y al sur habría una inmensa zona de hielo ubicada a lo largo de todo el borde de la Tierra.
Leandro prefirió dudar de fotografías y videos de agencias espaciales que mostraban el Sol de Medianoche y dijo que los científicos mentían sobre el tema.
Sin embargo, el YouTuber decidió seguir personalmente este fenómeno.
Fue entonces cuando planteó una campaña de crowdfunding online entre sus seguidores para irse a Noruega.
“Elegí Noruega exactamente porque es uno de los mejores lugares del mundo para ver el sol de medianoche. Y también tengo conocidos que viven allí, así que esto me facilitaría el viaje”, explica.
En casi dos meses, los terraplanistas lo ayudaron a recaudar los 3.500 dólares que había solicitado, que, según dice, utilizó para pagar pasajes de avión y una cámara para registrar el fenómeno.
El YouTuber dice que incluso recibió más dinero de sus seguidores cuando llegó a Noruega en julio pasado.
“Estoy muy agradecido con los suscriptores de mi canal, porque no me dejaron pasar por ningún tipo de necesidad”.
“Fue como un desamor”
En la ciudad de Tromsø, Noruega, Batista se topó con el episodio que lo hizo revisar su concepto sobre la forma de la Tierra.
En lo alto de una montaña siguió detalladamente la confirmación de que el fenómeno solar realmente existe y grabó todo en su canal. El Sol permaneció allí durante las 24 horas del día.
“Para mí fue como un desamor, ¿sabes? Esa pasión adolescente cuando te gusta una chica, donde sientes fiebre porque estás tan enamorado de ella y de repente ella te golpea y tu mundo se derrumba. El sol de medianoche cortó mi pasión por la Tierra plana”.
Al principio pensó en esperar para comprobar por sí mismo si el fenómeno también ocurre en la Antártida, como muestran los registros de la agencia espacial. Pero meses después de regresar a Brasil, concluyó que ya no podía creer en la Tierra plana.
“Pasaron agosto, septiembre, octubre, noviembre y diciembre. Ya estaba cansado y abrumado. Después del sol de media noche, estaba cansado de ser un negacionista, no podía soportarlo más”.
Y dice que decidió “dejar la lata en el camino”. A finales del año pasado grabó un video en el que decía haberse convertido en un “ex terraplanista”.
“Chicos, yo ya no puedo apoyar esta idea”, advirtió a sus seguidores.
La vida de un “exterraplanista”
Cuando anunció que abandonaba el terraplanismo, Leandro recibió muchas críticas y perdió más de 10 mil suscriptores en YouTube.
Dice que la estampida no le conmueve y prefiere centrarse en el futuro de su canal.
Ahora quiere viajar a la Antártida para seguir el otro lado del Sol de Medianoche y grabar discos para mostrárselos a sus seguidores que aún dudan de la forma del planeta.
“Hay mucha gente que sólo creerá cuando les demuestre que el Sol de Medianoche también existe en la Antártida”, argumenta.
Para ello, quiere recaudar US$20.000 para costear el viaje. Pero tiene dificultades para conseguir el dinero: en dos meses, sólo ha conseguido US$1.300.
“No voy a rendirme, pero los terraplanistas ya están disuadidos de seguir contribuyendo”, afirma.
También es blanco de comentarios de seguidores que creen que el YouTuber ha utilizado el terraplanismo en los últimos años para sacarle provecho.
Leandro niega haber participado en el movimiento para lucrarse. Pero la tierra plana en realidad le resultó rentable, gracias al dinero que ganaba con los anuncio de su canal de YouTube.
“Durante la pandemia estuve desempleado y viví del dinero de los videos”, dice Leandro.
Cuenta que gana alrededor de US$500 al mes con su canal y no le preocupa el impacto de abandonar el movimiento.
“YouTube siempre da un ingreso variable, yo lo veía como un ingreso extra. A pesar del canal, siempre he trabajado ‘normalmente’ porque es más seguro”, dice Leandro, quien trabaja como asistente de ventas.
“Este cambio de enfoque en el canal se debe más al convencimiento de que la Tierra es una esfera. No podía mentirme a mí mismo ni a mis suscriptores. Una conciencia tranquila vale más que el dinero”.
Por otro lado, Leandro dice que hay seguidores que están haciendo lo mismo que él y han abandonado la idea de que la Tierra es plana.
“Ya está sucediendo. Están abandonando (el movimiento) después de que hice público que abandoné esa creencia”.
Ahora, cuando analiza el “terraplanismo”, evalúa que la gran mayoría de las personas se unen a este movimiento por falta de conocimiento, lo que los hace más susceptibles a las teorías negacionistas.
“Para mí, hoy (el “terraplanismo”) es como un segmento religioso. No hace falta demostrar que la Tierra es plana, ellos lo creen y ya”, afirma.
Cree que “tarde o temprano” todos abandonarán esta teoría de la conspiración.
“Pero algunos tardan más en hacerlo, otros menos. A mí me llevó un poco más de tiempo, seis años, tal vez porque me apasionaba mucho la idea de una Tierra plana”.
Fuente: bbc.com