Entre Nos/Carlos Santamaría Ochoa *Medidas “de peso” contra el peso

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Una serie de medidas se están poniendo en la mesa de discusión para tratar de frenar el principal problema de salud de México: la obesidad. Ya el PRI ha propuesto que en las instituciones médicas del sector se ponga en forma gratuita un “by pass” gástrico a quienes padecen obesidad mórbida, una variedad que prácticamente es el paso anterior a la sentencia de muerte, pero que aún tiene esperanzas.
Tamaulipas ocupa un sitio en el “medallero” de los gorditos: se ubica, según la última encuesta de salud, dentro de los principales estados donde el problema se ha multiplicado y por ende, se convierte en un verdadero enemigo.
Dice el documento que las entidades más afectadas son Baja California, Baja California Sur, Campeche, Coahuila, Colima, Chihuahua, D. F., Durango, Guanajuato, Michoacán, Nayarit, Nuevo león, Quintana Roo, San Luis Potosí, Sonora, Tabasco, Tamaulipas, Tlaxcala, Yucatán y Zacatecas.
Antes se decía que era problema alimenticio provocado por hábitos y que se ubicada en el norte de México. Vemos que no es una región única, y que los principales problemas siguen siendo los mismos.
En ese sentido, los investigadores “detectaron” los graves problemas por los que hay obesidad: falta de actividad física y malos hábitos alimenticios. O sea, lo que hemos visto durante décadas y que nos pone gordos. Nada que hayan descubierto, pero sí es buen punto para llamar la atención el hecho de que videojuegos, consolas de video y la televisión y películas han propiciado un sedentarismo alarmante.
Y decimos que es así de preocupante porque nadie pareciera que quiere colaborar: las autoridades hacen esfuerzos sobrehumanos por mostrarnos lo malo que es la gordura, la obesidad, y sus consecuencias en el estado de salud, olvidando las cosas estéticas, pero pareciera que no entendemos.
Las autoridades se manejan en algunos rubros por estadísticas y números, y el hecho de ser de los que más problemas tenemos nos ubica, por consecuencia lógica, debajo de muchas entidades, significando aparte del desprestigio para las autoridades encargadas, una disminución en acciones por parte de instancias oficiales, médicas y privadas.
Tenemos que entender la magnitud del problema y dejar de “alimentar” a nuestros hijos con chatarra, mugrero, porquerías, pues, ya que no se puede llamar de otra forma a una dieta que se fundamenta en el consumo de hidratos de carbono como es la mexicana, rica en sabor, variedad… y grasa.
Cheque este párrafo de la información aparecida en medios nacionales: “Los datos de la encuesta aún no revelan qué influencia tiene en esas estadísticas el tipo de alimentación que hay en cada región, pero algunos especialistas tienen nuevas hipótesis, como la que apunta a que en el norte la nutrición es similar a la de EU con más consumo de comida rápida”.
Se refiere, obviamente a que la mayoría de gorditos estamos en el norte y el sureste, pero en la parte que nos toca, siempre ha habido ese problema derivado de esa influencia de la comida rápida: pizzas, hamburguesas y los criminales combos, que no son más que la suma de todos los hidratos de carbono posibles en una oferta económica, que lejos de convencernos de que estamos llevando una ganga, nos envenena poco a poco.
“Con base en las encuestas de nutrición, la Secretaría de Salud documenta que en 11 años, de 1988 a 1999, la obesidad en mujeres de 20 a 40 años aumentó de 9.5 a 24.9% y el sobrepeso pasó de 25 a 36.1%. En 2006, el sobrepeso registrado en este sector es de 36.9% y la obesidad, de 32.4%. Esto significa que la obesidad aumentó y la prevalencia del sobrepeso se estabilizó.”
Hay que ver que todos los grupos de edad y regiones están siendo afectados, y prácticamente es por la misma razón, lo que nos motiva a seguir insistiendo en que o nos cuidamos o nos lleva “la tía de las muchachas”. Somos muchos los que llegamos a esta problemática, pero pocos los que entendemos que debemos actuar en forma inmediata para remediar aspectos que pudieran convertirse en armas mortales en poco tiempo.
Estiman las autoridades que el problema reventó hace prácticamente unos 10 o 12 años, y pasaría un tiempo similar para poder revertir el daño, y recomiendan que se sustituya el consumo de estos alimentos por frutas y verduras, que se incremente el consumo de agua y se haga todo lo posible por evitar que nuestros vientres sigan creciendo.
Si todos entendemos que es un problema serio, podríamos revertirlo, pero hay que participar en forma más activa.
Buscar recetas saludables, propiciar alimentación balanceada y, en definitiva, alejar un poco a los niños de los videojuegos, de la televisión, provocar que salgan un poco a caminar o jugar, y nosotros hacer los mismo: caminar al menos unos 20 minutos al día, encontrando así un poco de salud, pero lo más importante quizá, evitar que enfermedades como la diabetes o la hipertensión sigan haciendo el daño que ocasionan a una población como la nuestra.
Hagamos equipo con los que saben, con los que tienen armas para combatir la obesidad, hagamos del nuestro un país sano, por favor.
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Atentamente: Mtro. Carlos David Santamaría Ochoa ¡Ten un buen día!

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