UAT cambia de rostro

Ya no es aquella institución en la que muchas personas se basaron para inventar diatribas; tampoco es la escuelita de muchos para estudiar mientras surgía la oportunidad de ser funcionario u ocupar un cargo de elección popular: la Universidad autónoma de Tamaulipas cambia su rostro día a día y se incorpora a los grandes escenarios de la enseñanza superior y la investigación.

Cada vez es más frecuente saber que hay publicaciones científicas de miembros de la planta docente e investigadora de la UAT, o que participan en eventos académicos internacionales, o simplemente, que se llevan a cabo importantes acciones en bien del sector productivo, de la comunidad en general, y surgen las oportunidades para seguir creciendo.

Quienes hemos tenido el honor de ser egresados de la UAT sabemos lo que significa pertenecer a una institución de prestigio.

Cierto: hay quien aún se empeña y obstina en ensuciar su reputación asegurando que no nos quieren a quienes hemos estudiado ahí, sin embargo, somos más los que orgullosamente pensamos que bien vale la pena la Universidad que los detractores.

Es importante ver el esfuerzo que lleva a cabo la estructura universitaria que encabeza el Maestro José María leal Gutiérrez, rector de nuestra máxima casa de estudios tamaulipeca, así como de quienes se desempeñan en la academia, la investigación y la docencia, pero también es justo reconocer que de las aulas de la UAT ha surgido gente valiosa, importante, que orgullosamente lleva nuestro sello y es exitosa.

Como parte de la UAT nos sentimos orgullosos de ver el éxito de los egresados y la forma en que se incorporan al mercado productivo.

El rector Leal Gutiérrez se ha sumado a las exigencias nacionales e internacionales y nos exige cada vez más, para lograr ubicarnos en el contexto internacional en buen sitio, lo que se ha logrado constatar día a día.

La Universidad Autónoma de Tamaulipas es una escuela pública que sigue creciendo; sus unidades académicas, centros de investigación y cada una de sus áreas están cumpliendo con los parámetros que exigen autoridades en el país y del otro lado de nuestras fronteras, y eso nos hace sentir muy orgullosos.

Cierto es que nos falta mucho por andar aún, pero nadie puede decir que no se está haciendo el esfuerzo.

Hoy en día, se cursan materias que los muchachos adelantan en los llamados “cursos de verano”, intensivos y de calidad, donde se procura entregar a los jóvenes lo que sus expectativas demandan.

Y en el aspecto administrativo, se ha puesto orden en todos sentidos para garantizar a la ciudadanía que sus recursos, los que a través de los impuestos llegan al patrimonio universitario se están empleando de manera adecuada.

El rector José María Leal Gutiérrez debe sentirse muy orgulloso de los resultados obtenidos y que nos han puesto en el mirador mundial como una buena opción de estudio.

Cierto, nos falta camino por andar, y en algunas áreas tenemos que apretar el paso –y una que otra “tuerca”- para mejorar, sin embargo, como tamaulipecos podemos decir que es la nuestra, la UAT la escuela de la que nos sentimos mucho muy orgullosos.

Ver en alguna parte del mundo a nuestros miembros en congresos y encuentros científicos nos llena de orgullo. Recientemente tuvimos oportunidad de ver participaciones en al área de Comunicación en Santiago de Compostela, España y Córdoba, Argentina, y dentro de distintas áreas del conocimiento en América Latina y Estados Unidos.

Estas acciones nos permiten tener una muy favorable opinión de la Universidad Autónoma de Tamaulipas, el alma mater de miles de profesionistas, y orgullo de la entidad, por sobre todas las cosas.

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