Lecciones para Prevenir la Obesidad Infantil

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Un estudio llevado a cabo en Tlaltizapán, Morelos, mostró que un programa de promoción de alimentación saludable y actividad física, con amplia participación de la comunidad y los profesores, mejora la calidad en la oferta y el consumo de alimentos, así como la actividad física en niños y niñas de 6 a 10 años en escuelas públicas de la comunidad, lo que podría contribuir a la prevención del sobrepeso y la obesidad en estos menores.

El estudio se llevó a cabo tomando en cuenta la experiencia del Instituto de Nutrición y Tecnología de Alimentos de Chile (INTA), institución que ha aplicado programas de promoción de alimentación saludable y actividad física en escuelas de Chile, con excelentes resultados y reconocimiento internacional.

Considerando estos logros, los Institutos Nacionales de Salud Pública (INSP) y de Pediatría (INP), liderados por el Dr. Juan Ángel Rivera Dommarco, Director del Centro de Investigación en Nutrición y Salud del INSP y el Maestro en Salud Pública Héctor Ávila Rosas, Jefe del Departamento de Investigación en Epidemiología del INP, en colaboración con el INTA, aplicaron este programa del 2011 al 2013, con la participación de un equipo de enfermeras, profesores de educación física, nutriólogas, psicólogos y médicos, con la coordinación de la Maestra en Salud Pública Jessica Moreno Saracho.

Estas experiencias en Chile y en México han contado con el apoyo y patrocinio de la empresa Tresmontes Lucchetti (TML), particularmente de uno de sus ejecutivos, el Sr. Felipe Lira Ibáñez, líder natural y entusiasta promotor del compromiso social de las empresas.

El estudio se centró en promover hábitos de alimentación saludable y actividad física en escolares, tanto en las escuelas como en el entorno comunitario. Se logró una amplia participación de las familias y una estrecha colaboración de las autoridades municipales, educativas y de salud de la comunidad; beneficiando a las más de 760 familias de las escuelas de nivel primaria de la localidad. Se llevaron a cabo talleres y actividades, prácticas de capacitación, concientización y promoción en las que participaron los vendedores de alimentos en las escuelas, los padres de familia, los alumnos y los profesores y directores, con el fin de reducir la disponibilidad y consumo de alimentos y bebidas cuya venta está restringida por los lineamientos escolares establecidos por las Secretarías de Educación y de Salud en 2011 y aumentar tanto la actividad física como la disponibilidad y consumo de verduras, frutas, otros alimentos saludables y agua.

Las actividades de promoción contaron con amplia participación de madres de familia, quienes desarrollaron concursos sobre recetas saludables, lograron la impresión de un recetario de los platillos locales más saludables, la difusión de estas acciones en programas de radio y múltiples actividades lúdicas con participación de los menores. Estas acciones tuvieron un gran impacto en el empoderamiento de los Consejos Escolares de Participación Social, conformados principalmente por madres y padres de familia comprometidos con la salud de sus hijos.

“Estamos contentos con los resultados que se lograron gracias a la participación de las madres de familia, maestros, directores y equipos de los institutos de salud que participamos. Esta experiencia nos enseñó muchas lecciones que pueden ser de utilidad para mejorar la implementación de las regulaciones de alimentos y la promoción de actividad física en las escuelas, para mejorar la nutrición de los niños.” puntualizó el Dr. Juan Rivera Dommarco, Director del Centro de Investigación en Nutrición y Salud.

Los resultados que se presentan a continuación fueron muy alentadores. Las clases de educación física aumentaron en duración alrededor de 15 minutos. La actividad física moderada y vigorosa en dichas clases aumentó 16 minutos en promedio. La mejoría en la calidad de las clases de educación física, junto con la práctica cotidiana de activación física y la implementación de recreos activos, lograron incrementar el número de pasos de los niños durante el período escolar en 2,660 pasos en escuelas de tiempo completo y en 531 pasos en escuelas de horario regular. Estos logros se vieron reflejados en una mejora significativa de la condición física de los niños en velocidad y resistencia.

Así mismo, se logró una disminución importante en el consumo, durante el periodo escolar, de platillos fritos y de varios productos alimenticios y bebidas restringidas por los lineamientos escolares. Se disminuyó en 86% el consumo de botanas dulces compradas en la escuela durante el recreo (galletas, pastelillos, dulces, chocolates, etc.) y también se disminuyó en 72% el consumo de alimentos fritos comprados en la escuela.

Los principales aliados del programa fueron los directores, profesores, particularmente los de educación física, y los padres de familia.

El estudio mostró la complejidad del problema de obesidad y propone estrategias útiles para reducir la prevalencia de obesidad infantil con el trabajo colaborativo entre la comunidad, la escuela y las autoridades. Los resultados presentados de este estudio pueden ser de utilidad para la promoción de la alimentación saludable y la actividad física en escolares.
Fuente:
cronica.com.mx

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