Un México con la boca abierta

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En México el sobrepeso y la obesidad son condiciones que destacan sobre la prevalencia de personas que viven bajo un peso estándar considerado “sano”; la sanidad en peso para los mexicanos está sujeta al peso real entre la estatura en metros al cuadrado; es decir de 18 a 24.9 IMC (índice de masa corporal) es considerado como normal, de 25 a 26.9 IMC se diagnostica como sobrepeso y a partir de 30 IMC es establecido como obesidad, de acuerdo a la Norma Oficial para el manejo de la Obesidad.

Por su parte, la Secretaría de Salud del DF informa que México cuenta con una población infantil con obesidad y sobrepeso dando paso en segundo lugar a los adultos. Aproximadamente el 7% del presupuesto destinado a la salud es para atender estas condiciones.

Sin embargo llegamos al cuestionamiento de todo mexicano que al menos dos veces por semana se deleita con unos tacos o quizá, si el reloj lo permite, al correr contra este por las mañanas, para evitar el desagradable retraso en sus actividades laborales, ingiere una voluminosa torta de tamal, culminado con el reflejo de sí mismo en cualquier cristal y ante ello la automática pregunta: ¿Estaré obeso o simplemente es sobrepeso?, ¿Cuál es la diferencia?

El sobrepeso es un factor de acumulación de grasa excesiva en zonas específicas del cuerpo, es decir son los primeros reflejos de una vida sedentaria y mal alimentada. Mientras que la obesidad, es la enfermedad en la cual las reservas naturales de energía, almacenadas en el tejido adiposo, se incrementa de manera considerable, ésta se caracteriza por tener una condición de masa corporal arriba de IMC aumentado (mayor a 30) forma parte del síndrome metabólico. Un factor de riesgo conocido para enfermedades crónicas como la diabetes.

Se sabe que una de las principales consecuencias originadas por el sobrepeso, es la diabetes. En México se estima que la población con esta enfermedad fluctúa entre los 6.5 y los 10 millones (el 10.7% de los habitantes entre 20 y 69 años), según datos de la Federación Mexicana de Diabetes (FMD). La Secretaría de Salud por su parte, en enero de 2012 publicó un aumento en este fenómeno del 30% en las últimas dos décadas.

Diabetes, un padecimiento que a lo largo del tiempo ha causado temor por los mitos alrededor de esta; es la muerte, si se utiliza insulina es el paso a la ceguera, se obtiene de humanos, las agujas con las que se suministra son aterradoras, grandes y largas, por mencionar algunas; sin embargo ésta hormona es la encargada de brindar al cuerpo la insulina que no es capaz de producir o bien remplaza la insulina que hace falta.

El uso de insulina en personas que viven con diabetes, la técnica de inyección y la aguja utilizada para proporcionar insulina al cuerpo son factores primarios en el tratamiento de esta enfermedad, sin embargo ¿Qué pasaría si la aguja fuese realmente delgada y cómoda?

“El utilizar agujas con dimensiones mínimas y una correcta técnica de inyección, se fomenta en el paciente un aprovechamiento óptimo del tratamiento, teniendo como resultado una mejor calidad de vida” comenta Teresa Tafolla, Educadora en Diabetes.

El uso inadecuado de insulina y la mala técnica de inyección pueden llegar a ser dañinos para la salud de las personas que viven con diabetes por ejemplo, inyectarse el músculo donde la insulina se absorbe más rápido provocando problemas como dolor, sangrado, pólipos y bajas en sus niveles de azúcar.

“Los pacientes con diabetes que requieren de insulina, en su mayoría recurren al pliegue en la piel e insertan la aguja en un ángulo de 90°. Con las agujas BD Ultra Fine de 4mm ya no es necesario recurrir a la técnica del pellizco, aun cuando se inyecte en el mismo ángulo, reduciendo de esta manera lesiones, dolor y la mala absorción de insulina.

El utilizar insulina, es parte complementaria o necesaria del tratamiento, además de la correcta alimentación y el ejercicio, piezas fundamentales para lograr llevar una vida con calidad y estabilidad aún con diabetes.

“Si los mexicanos lleváramos una vida alimentaría saludable y de ejercicio frecuente, como los pacientes controlados con diabetes, seríamos un país sano, con bajos índices de obesidad y con poca frecuencia hacia las enfermedades crónico degenerativas” finalizó la Educadora en Diabetes.

El sedentarismo, el poco acceso a los alimentos nutritivos y la mal práctica de alimentación, son los factores concluyentes de la obesidad, sobrepeso, así como el primer golpe a la puerta de la diabetes.

Fuente:
cronica.com.mx

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