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Una vergüenza para el usurpador y una tragedia para los mexicanos es que Genaro García Luna siga al frente de la Secretaría de (in) Seguridad Pública.
Como se multiplican los rumores de que, a raíz de la caída electoral del PAN, se van, largados, aunque los cobije el usurpador como a sus cuates que son. Y sobre todo como a los que tantas cosas no le saben a él y a su familia. Como arreciaban los rumores de que García Luna y Medina Mora se van. Y como por muy cobijados que estén por el usurpador Calderón, ya se sabe que los usurpadores y más cuando tan a la baja se encuentran y peor aún cuando la baja claramente salta a la vista que no va a revertirse “haga lo que haga”, quien tan malas cuentas ya le entrega incluso a su partido. Se les debió ocurrir, a lo mejor puestos de acuerdo con algún mando medio de Televisa, otro golpe efectista que de paso golpea a otro perredista.
Otra estupidez del fecalismo usurpador es el pensar, inculta que es la derecha y más aún cuando es tan facha como la mexicana, que golpeando a Godoy y a Ebrard golpean a Andrés Manuel López Obrador.
No son ya capaces ni siquiera de entender que AMLO, para el Movimiento Ciudadano, es el único que cuenta.
Vamos, hasta Cárdenas, que ya teme por su hijo, porque lo de Michoacán quién sabe hasta dónde estén pensando hacerlo llegar, pide, sensatamente, la salida de Ortega, quien no llegó y no se le debió apoyar para ocupar el puesto que no ganó y que ocupa como otro usurpador que también es. Hasta Cárdenas se da por enterado de que AMLO se cocina aparte y nada de lo que al PRD le hagan a él lo afecta.
De la manga se sacaron, otra banda, que a lo mejor existe incluso bajo el control de García Luna. ¿Por qué no? ¿Acaso la otra acusada del secuestro y asesinato del hijo de Alejandro Martí no es una policía protegida por él? Y ahora sacrifican a otros dos, que bien pueden ser responsables de cualquier cosa o inocentes de todo, como a lo mejor también lo es el “apá”, cuidándose, en todo caso, de no entregar al cabecilla, ni que estuvieran locos para dar al traste con el redituable negocio del secuestro. Licuado el cerebro por las drogas que deben tener, tratan al pueblo como si fuera un demente para siempre crédulo. Hasta deben pensar que algo de lo que dicen al más puro estilo de los shows de Televisa alguien se los cree.
La carga que el PAN ha sido para el pueblo y que seguirá siendo aún mucho después de que Calderón ya no sea más que un mal recuerdo es tan grande que no hay país que la merezca.
Y de ahí que sea tan grave el atentado contra los derechos de las mujeres y de las minorías diferentes que por manos del PRI han cometido, impresentables legisladores, en Yucatán, convirtiendo a este Estado en un laboratorio del mismo fascismo golpista, que en Honduras, secuestrando a Zelaya, impusiera como cabeza a un gorila.
Calderón es un caso muy similar al de Salinas y al de Fox. El pago para el pueblo es tan alto, por el abuso sin medida del ejercicio del poder, que en el mejor de los casos como prestación del servicio público el pueblo les entrega, que todo el desprecio de un pueblo no alcanza como condena de por vida y mientras el resto de sus generaciones existan.

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Los políticos tímidos e interesados se preocupan mucho más de la seguridad de sus puestos que de la seguridad de su país.
Thomas Macaulay

EL LUJOSO EDIFICIO de tres plantas “con escalera de vidrio” que Genaro García Luna construye con sus ahorros de toda la vida en el Sur de la capital nacional es para un hospicio que dé albergue a los niños de la calle y no para que el secretario de Seguridad Pública Federal resida en él. Tal es la única mentira que resta difundir a la fallida Administración calderonista, cual nota climática de una serie que nos recetó durante la semana que por fortuna culminó ayer. A saber:
García Luna es un cabrón que tiene asolada a “La Familia Michoacana”, de acuerdo a una denuncia transmitida en la televisión de Morelia… luego, entonces, hace requetebién su chamba aunque le incineren y maten a casi docena y media de agentes a su cargo. Por tanto, su permanencia en el gabinete de trabajo del señor Felipe Calderón resulta imprescindible.
García Luna está rodeado de un súperequipazo de inteligencia, que no sólo consiguió dar con “los verdaderos” raptores y asesinos del joven Alejandro Martí, ridiculizando así a Marcelo Ebrard y a su área de procuración de justicia, incluso exonerando a “La Lore”, comandanta policíaca bajo sus órdenes, señalada cual partícipe en los lamentables sucesos que, por desgracia, hoy sólo sirven de bandera política al padre de la víctima, lo mismo que a sus presuntos homicidas.
García Luna es presentado cual intachable por la PGR, cuyo titular –among all people!— desmiente que su compañero (jejeje) de gabinete sea investigado en Estados Unidos: “Es respetado por todas las agencias de aplicación de la ley, tanto en el Departamento de Justicia como en el de Seguridad Interior”, dijo Eduardo Medina-Mora.
A partir de ello, la claque panista –Gustavo Madero y tras él los declarantes habituales— argumentan a favor del funcionario más cuestionado de la presente Administración fallida.
Operación limpieza sobre Genaro García Luna.
Con sólo palabras y versiones poco creíbles, además.

LA SEMANA NEGRA de Felipe Calderón quedó rápidamente atrás.
Semana en la que tuvo que reconocer el repudio mayoritario de la población a su guerra contra el narcotráfico –expresado en votos electorales para el PRI—, quedó sepultada bajo una pila de cadáveres encontrados en Michoacán.
Tras el duelo, el presumible regocijo: la campaña panista que proponía “apoyarlo” en su lucha contra la delincuencia organizada para “vivir mejor”, era la correcta. Ahí están las matazones, los recintos policiales atacados, los agentes de la ley y el orden (sic) en apresurada retirada, huyendo del fuego graneado que por todos lados cae sobre ellos…
No obstante, hay poca o nula lógica en la ola de violencia que, con epicentro en Michoacán, se desató entre el sábado y el martes en varias entidades del país.
¿Cómo es, por ejemplo, que si hace un par de meses PGR, SSPF y SEDENA anunciaron con bombo y platillo la detención del “número uno” del cartel denominado La Familia nada similar sucedió? ¿Por qué ahora que el detenido ha sido el “número dos” el ímpetu guerrero se ha desbordado?
¿Es acaso una maniobra de diversión –cual en el Ejército llaman a los distractores políticos– o una suerte de justificación a los dichos del PAN durante la anterior campaña electoral, de que el principal problema que enfrenta nuestro país es la narcoviolencia.
Es muy posible. Con ello quedaron automáticamente relegados otros temas que son mucho más importantes para la ciudadanía, como ¿cuáles son las estrategias de la Administración Federal para enfrentar, ahora sí ya en serio, el derrumbe de la economía? y, entre otros, ¿cuándo van a anunciar que los responsables en el IMSS del manejo de las guarderías –una amiga de Margarita Zavala, Juan Francisco Molinar Horcasitas, entre varios— ya están indiciados por su irresponsabilidad en la tarea encomendada? ¿Basta con “correr” a la ex hostess de la taquería guanajuatense cual sucedió apenas el viernes?
Maniobra de distracción que, además, rendiría en el rubro de las alianzas incumplidas, cual se ve ahora que uno de los hermanos del gobernador Leonel Godoy ha sido señalado cual cómplice, contacto o encubridor de La Familia.
¿Ola de violencia armada al gusto del cliente?

GARCÍA LUNA TAMBIÉN requería de una muy buena dosis de detergentes, cepillos y piedra pómez que limpiara su imagen, pues seguro estaba advertido –el espionaje a redacciones de diarios es una más de sus sucias especialidades— de la inminente publicación de versiones atribuidas a mandos militares y navales de su renuencia a seguir participando con “Genaro y sus muchachos” en los operativos que, por ausencia de coordinación, indisciplina y, sobre todo, por delaciones, resultan fallidos para las fuerzas federales e, invariablemente, bonancibles para la delincuencia organizada.
Uno de sus planteamientos sería que, para que los marinos y soldados actúen contra objetivos específicos, la SSP debe entregar la información que posee para evitar filtraciones o actos de corrupción en el gabinete de seguridad nacional.
La petición de la Sedena y la Marina incluiría que sus mandos sean quienes dirijan las acciones contra el crimen organizado, para evitar la filtración de datos hacia los grupos criminales y la cooptación de personal.
Súmese a ello la acusación del presunto dirigente de La Familia, apodado La Tuta, en donde también apunta la corrupción de “Genaro y sus muchachos”, y se tendrá entonces el porqué de la necesidad de un lavado express de la imagen de García Luna.

EL CLÍMAX SE dio la mañana de este último viernes. Blanca espuma coronó esta especie de operación limpieza, con barridos y fregados de rigor, y al mismo tiempo, de justificación a Calderón y a la campaña electoral panista: la presentación a cargo del coordinador de Inteligencia para la Prevención del Delito de la SSP, Luis Cárdenas Palomino –acusado de haber participado en un triple homicidio en 1987— de “sus” secuestradores y “sus” asesinos del joven Alejandro Martí.
El objetivo habría sido no sólo mostrar la eficiencia de esa dependencia, también la inoperancia del equipo de justicia del gobierno de Marcelo Ebrard, pero sobre todo el de desligar de actividades criminales a la comandante de la misma SSP, Lorena González, de haber participado en el crimen que acabó cobrando la vida del joven hijo del polémico ex propietario de la cadena de gimnasios y tiendas deportivas que lleva el apellido Martí.
Un par de horas después del anuncio, ello era festejado en un desayuno por el secretario de Gobernación Fernando Gómez-Mont y su ¿ex socio? Julio Esponda –muy cercano a su ex compañero de banca en la Libre de Derecho, Felipe Calderón— en un desayuno con el general Moisés García Ochoa, ex secretario particular del anterior secretario de la Defensa Nacional.
Operación limpieza, ¿armada al gusto del cliente?
Justificación, ¿también?, de la necesidad que había de “apoyar” al señor Calderón en su lucha en contra del narcotráfico.
Ya conocemos a García Luna. Es experto en todo tipo de montajes mediáticos.
¿Tiene credibilidad?
¿Tú le crees a Genaro?

Índice Flamígero: Ricardo Martí, el menor de los hermanos del promotor de “Mi voto por tu compromiso” y ex esposo de Angélica Chaín –hoy cónyuge del prófugo Enrique Molina—, se queja de que, dado el protagonismo de su hermano ahora también socio de Alfredo Harp, no sólo tuvo que contratar personal de seguridad, sino también autoexiliarse a Miami, Florida. Teme lo peor. Y que cuando le pidió ayuda a Alejandro Martí, éste le respondió que se rascara como pudiera. No obstante, ambos mantienen negocios inmobiliarios en Punta Diamante, el desarrollo acapulqueño. El dinero, ante todo. + + + ¿ES DURADERA LA reconciliación entre Felipe Calderón y César Nava, tras la abrupta ruptura de noviembre anterior? El diputado federal electo y ya “dedeado” próximo dirigente del PAN no debería estar tan seguro. Ya una vez su paisano lo sacó de la dirección jurídica de Pemex, no para promoverlo, sino para darle el mismísimo cargo en la Secretaría de Energía, lo que significó un descenso, ¿o no? ¿Recuerda señor Nava? + + + JUAN FRANCISCO MOLINAR Horcasitas es un funcionario de mal fario. Se le queman las guarderías, se le caen los puentes… ya nada más falta que la noche del próximo 15 de agosto, cuando su hija María acuda al altar, no lleguen los invitados, que así evitarían contagiarse de su mala suerte. O de la mala suerte que tenemos los mexicanos, al contar con “funcionarios” como Molinar.

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