ÁLVARO DELGADO
MÉXICO, DF, 15 de julio (apro).- Ante la imposibilidad de perfilar una candidatura de “oposición” a la que ya definió Felipe Calderón, en una reunión el domingo en Los Pinos, César Nava Vázquez, recién electo diputado federal, se perfila como el más viable prospecto para suceder a Germán Martínez como presidente del Partido Acción Nacional (PAN).
Inclusive Manuel Espino, quien ayer dio como un hecho que Calderón impondrá al sucesor de Martínez, llamó hoy a los panistas a respaldar al nuevo presidente del PAN, aun si es Nava, quien mañana solicitará su registro, justo el día en que cumple 35 años de edad.
Nava Vázquez, miembro juramentado de la organización ultraderechista El Yunque y exsecretario particular de Calderón, inclusive dejó ver que ejercerá la presidencia del PAN sin solicitar licencia como diputado.
“Me debo a los electores. En mi mente no cruza ni siquiera la posibilidad de dejar la diputación”, dijo Nava, quien hoy participó en la presentación del libro Diálogo entre generaciones, una compilación de opiniones de panistas y no panistas que coordinó junto con Luis H. Alvarez, quien a su vez no le dio su expreso respaldo.
–¿Usted apoya a Nava por la presidencia del PAN? –le preguntó un reportero a Alvarez, funcionario federal.
–No es el momento y el lugar para abordar ese tema.
–¿Lo va a designar Felipe Calderón?
–Ustedes conocen al partido.
–Por eso se lo pregunto.
Ya no dijo nada el coordinador de la Oficina para la Atención de los Pueblos Indígenas, quien minimizó la derrota del PAN: “No creo que haya pasado algo verdaderamente singular. En una democracia eso es lo usual. No debe sorprendernos.”
–¿Y ahora qué sigue en el PAN?
–Seguramente habrá quiénes estén dispuestos a relevarlo y ellos mismos, estoy cierto, habrán de continuar en lo que ha sido siempre una brega de eternidad.
–¿Pero por qué perdió el PAN?
–Porque no votaron los suficientes electores por él.
Nava, por su parte, en su discurso al término de la presentación del libro, en la que participaron el secretario de Educación, Alonso Lujambio, y el analista Jorge Alcocer, dijo que en el PAN es tiempo de reflexión y de autocrítica, pero no de revancha. “Es tiempo de alejarnos de la ciénega y del pantano y subir a la roca fuerte y poderosa de la esencia, la identidad y los principios”, expuso.
Y pontificó: “En suma, el modo de ser de Acción Nacional, un modo distinto y distinguible, un modo que ha transformado México en 70 años y que lo seguirá transformando por siempre con nuevas generaciones, con nueva sangre, con lealtad a quienes nos han precedido en el camino, de quienes hemos recibido ya prendido todo y quienes nos pasan hoy la estafeta, el mapa de viaje y la linterna.”
Por su parte, Lujambio coincidió y propuso entrar en un análisis constructivo:
“Y digo constructivo porque algunos quisieran dinamitar la posibilidad del diálogo civilizado y constructivo. Es un momento para los constructivos, para los positivos, para los que creen en el futuro del partido.”
Según él, la crisis económica empujó el desplome del PAN en las elecciones del 5 de julio. “Ese fue el elemento más importante que incidió en el proceso”, puntualizó.
También opinó sobre el proceso para suceder a Martínez en la presidencia del PAN y rechazó que Calderón imponga al sucesor:
“Creo que esa interpretación ofende al Consejo Nacional. El Consejo Nacional es quien va a definir. Pensar que el Consejo Nacional está manipulado por un actor político me parece una simplificación casi ad náuseam de la realidad política.”
–Está acreditado que el 70 por ciento son empleados federales y los procedimientos fraudulentos para su integración también están documentados.
–Va a ver usted un debate plural. El hecho de que nosotros seamos funcionarios federales no nos hace, y mucho menos a un panista, un perrito con mecate.
“De ninguna manera es aceptable que porque se es funcionario federal se va a votar en uno u otro sentido. Va a haber una discusión, va a haber diversos candidatos, va a ser un debate plural y va a ser muy positivo para el PAN.”
–¿Va a apoyar a César Nava?
–Insisto en que es un momento para construir y para generar un ambiente de unidad dentro del partido. Que sea, sí, muy crítico de lo que sucede, pero también muy cuidadoso de la unidad del partido.