FCH y Gómez Mont difieren sobre respuesta a Arizona

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La Crónica
Cecilia Téllez Cortés

El gobierno federal no se quedará de brazos cruzados ante la aprobación en Arizona de la Ley SB1070, que “abre la puerta a la intolerancia, al odio, la discriminación racial, al abuso en la aplicación de la ley y tiene efectos perniciosos”, aseguró el presidente Felipe Calderón.

Calificó como “legislaciones oportunistas impulsadas en coyunturas claramente electorales, que no garantizan adecuadamente el respeto a los derechos fundamentales de las personas” y reiteró que su gobierno no permanecerá indiferente ante estas políticas.

El Ejecutivo instruyó a la cancillería y a los consulados de México en Estados Unidos a redoblar acciones de asistencia, protección consular y asesoría con expertos jurídicos.

En la inauguración del XV Reunión del Consejo Consultivo del Instituto de los Mexicanos en el Exterior, pidió no generalizar las acciones soberanas tomadas por Arizona frente a la relación construida con el gobierno del presidente Barack Obama, de quien dijo valorar su rechazo a la legislación aprobada.

Adelantó que en su próxima visita a Estados Unidos, en mayo, abogará por avanzar en esquema racionales, sensatos, humanos, equilibrados, que sin menoscabo del derecho que tiene cualquier país de regular las leyes de su propio territorio, sí permitan una migración ordenada, integral, comprensiva y justa.

Subrayó que México sigue con profundo interés el debate en torno a la reforma migratoria en Estados Unidos y garantizó que en los próximos foros en que sea recibido como titular del Ejecutivo “estará presente el tema, indeclinablemente, de los derechos de los mexicanos en Estados Unidos y en cualquier parte del mundo”.

Reiteró la disposición mexicana para contribuir de una manera constructiva al reconocimiento de las enormes aportaciones sociales, económicas, culturales, que los migrantes han hecho a la sociedad de ambos países y que han fincado vínculos “que no se pueden borrar por decreto”.

Desde la residencia oficial de Los Pinos, acompañado por los secretarios de Gobernación y de Relaciones Exteriores, Calderón defendió el derecho soberano de Estados Unidos, como el de cualquier nación, para decidir las políticas que se apliquen en su territorio, pero advirtió que México no puede ni va a permanecer indiferente cuando dichas políticas atentan contra los derechos humanos de los mexicanos, quienes sufrirán el atropello de una ley injusta.

Dio seguridades de que actuará frente a una ley que abre las puertas a una “inaceptable discriminación racial”, ante decisiones que afectan tan claramente a paisanos que por generaciones han contribuido al crecimiento, no sólo quienes llegan ahora, quienes están ahí y que sufrirán el atropello de una ley injusta, que han contribuido al desarrollo y la prosperidad de Arizona, que no se entendería sin los mexicanos”.

Indicó que se utilizarán todos los recursos al alcance para defender los derechos de los mexicanos que se ven afectados por esa legislación, “y no escatimaremos esfuerzos para asegurar que se respete la dignidad de cada una y de cada uno de nuestros paisanos”.

Refirió que la gravedad de la ley debe servir de acicate y motivo para fortalecer e incrementar la unidad y la organización de los mexicanos en Estados Unidos, y de los mexicanos en Estados Unidos con el gobierno mexicano.

Afirmó que es hora de actuar juntos y actuar ahora. “Esta situación que nos indigna y que nos entristece al mismo tiempo nos impulsa decididamente a ir más rápido, a ir más fuerte y a estar más cerca con los mexicanos en Estados Unidos y particularmente en el estado de Arizona”, subrayó.

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